Un Kia Niro 2022 experimentó graves problemas de seguridad y rendimiento al principio de su adquisición, lo que afectó significativamente su fiabilidad. Con poco más de 11.000 millas, el vehículo aceleró inesperadamente por sí solo desde baja velocidad sin pisar el acelerador. Además, el sistema de control de crucero inteligente no funcionó correctamente y mostró mensajes de advertencia al conducir en autopista.
A pesar de estos síntomas alarmantes, los análisis de diagnóstico no detectaron códigos de falla y los técnicos no pudieron replicar los problemas durante las pruebas de manejo. Tras la calibración de los sistemas avanzados de asistencia al conductor y una exhaustiva inspección multipunto, el vehículo se declaró inicialmente funcionando con normalidad.
Sin embargo, los problemas se agravaron. Durante 56 días, el vehículo estuvo en el taller para reparaciones prolongadas debido a una drástica disminución de la velocidad de carga. Antes, la carga tardaba aproximadamente una hora con cargadores de alta potencia, pero ahora requería casi el doble. Las pruebas de diagnóstico revelaron fallos en el equipo de suministro de energía del vehículo eléctrico (EVSE) y en las señales de comunicación por línea eléctrica (PLC). Se realizaron múltiples inspecciones, pruebas de cableado y registro de datos con la participación de técnicos especialistas.
Finalmente, los técnicos reemplazaron un conector de seguridad de alto voltaje actualizado y repararon una barra colectora dentro del conjunto de la batería. Tras reforzar y asegurar los componentes, se volvió a probar el sistema. La velocidad de carga mejoró, pero se mantuvo por debajo del rendimiento original. Las comprobaciones finales del sistema confirmaron que el sistema del vehículo eléctrico funcionaba con normalidad antes de la devolución del vehículo.
A pesar de estos esfuerzos, el prolongado tiempo de reparación y los problemas de seguridad no resueltos (especialmente la aceleración involuntaria e inexplicable y el control de crucero inteligente inconsistente) plantearon serias dudas sobre la confiabilidad del vehículo.
Según la ley limón de California, los vehículos que siguen presentando defectos después de múltiples intentos de reparación y acumulan un tiempo considerable en el taller pueden ser recomprados. Debido al extenso tiempo de inactividad y a los problemas persistentes, el vehículo se consideró apto para una reclamación bajo la ley limón.
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