Este cliente descubrió problemas extraños en su nueva Chrysler Pacifica 2020 solo cinco meses después de la compra. El cliente informó al técnico de servicio que la alarma del automóvil sonaría cada vez que se abriera la puerta corrediza trasera derecha, después de haber cerrado el automóvil. Desafortunadamente, el concesionario no pudo replicar el problema. También buscaron actualizaciones, pero no encontraron nada relevante para las preocupaciones que tenía nuestro cliente.

En esta misma fecha de reparación, nuestro cliente notó que los dos TPMS (sistema de control de la presión de los neumáticos) delanteros mostraban guiones al chocar contra un bache en la carretera, así como errores en el sistema de infoentretenimiento del vehículo. El concesionario revisó la presión de los neumáticos, condujo el vehículo varias millas para duplicar el problema, y verificó si había actualizaciones del fabricante, pero no encontró nada relevante para los problemas en la Pacifica de nuestro cliente.

Unos meses más tarde, nuestro cliente terminó en el taller de reparación nuevamente. Esta vez, informaron que la puerta del lado del pasajero no funcionaba correctamente. El concesionario investigó el problema, descubrió que el actuador de la cerradura de la puerta no funcionaba, reemplazó el conjunto del pestillo y luego volvió a probar la puerta. A pesar de las múltiples reparaciones posteriores, nuestro cliente continuó experimentando problemas estructurales y de infoentretenimiento en la Chrysler Pacifica 2020. Parecía cada vez más que el automóvil Chrysler era, de hecho, un limón. Después de buscar más información en línea, decidió contactar a los Expertos en la Ley Limón.

Los Expertos en la Ley Limón obtuvieron resultados excepcionales para este cliente en su caso contra Fiat Chrysler Automobiles (FCA). El fabricante acordó recomprar el Chrysler Pacifica 2020 y reembolsar al cliente todo el dinero que había gastado en el limón. También pagaron los honorarios y costos de su abogado, lo que hizo que continuar con este caso fuera una decisión fácil y financieramente inteligente. El cliente estaba extremadamente feliz con los resultados, ya que finalmente pudo deshacerse de su Chrysler limón y comprar un auto nuevo en el que se sentía cómoda. Si sospecha que su auto también puede ser un limón, averigüe hoy si califica para un reembolso, compensación u otro recurso, completando un formulario de evaluación de casos en línea en nuestro sitio web.

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